¿Qué nos aporta una jornada de talasoterapia?
Ya son muchas las personas que nos han hablado de los tratamientos que podemos seguir en El Palasiet sin estar alojados en sus instalaciones, pero no terminamos de decidirnos a probarnos. Tal vez pensemos que no sirve de nada si no se hace de forma regular, que es para mayores, que únicamente está pensado para personas con algún tipo de dolencia… Pero nada más lejos de la realidad. Sea cual sea nuestra situación, podemos sacar algo bueno de disfrutar, aunque sea, de solo una hora de talasoterapia y siempre bajo la supervisión médica, garantía de Thalasso Hotel El Palasiet
- Relajación. Venir a El Palasiet supone huir de nuestra rutina, salir de nuestro entorno, acercarnos al mar. Solo ese hecho de alejarnos de nuestro día a día ya nos supone un punto de desconexión, que se amplía con los beneficios del agua del mar.
- Equilibrio. Bañarnos en agua salada nos proporciona una sensación de relax generalizado que contribuye a recuperar el equilibrio físico y psicológico. Además, es casi mágico estar flotando en agua marina mientras, a través de la cristalera, vemos los colores del invierno.
- Recuperación. Si sufrimos, por ejemplo, una lesión deportiva, el agua de mar es el medio perfecto para recuperarnos. En El Palasiet contamos con servicios de fisioterapia en piscinas de agua marina que contribuyen a esa mejora. Pero cualquier persona puede beneficiarse, a través de nuestros masajes, de mejoras en su estado físico por ese cansancio que vamos acumulando hasta el punto de ni siquiera reconocerlo.
- Compañía. El recorrido biomarino es el plan perfecto para hacer en compañía, ya sea con una pareja o un grupo reducido de amigas. Compartir bienestar es, además de una forma de relajarnos, la manera perfecta de estrechar lazos con las personas que nos importan.
- Sensaciones. Además de ofrecer diferentes masajes y recorridos con agua marina, en El Palasiet contamos con una lista de servicios que despiertan nuestras sensaciones además de ayudarnos a mejorar nuestro nuestro bienestar. Masajes aromáticos, chocolaterapia o bañera de hidromasaje con algas van mucho más allá del poder del agua del mar.
